Hola, viajeros,
Did ya miss me? Espero que a estas alturas de nuestra correspondencia sepan que silencio no es ausencia,
Ahora que somos felices
Y es que, como dice Bruce Wayne ante la tumba de sus padres un día de lluvia, bajo los rayos, en el cementerio, en la mejor película que se hizo de Batman –no se admiten debates–, no contaba con que seríamos felices:
Pasaron muchas cosas, pero en realidad sólo pasó una: Argentina, el equipo de nuestros amores, de nuestras obsesiones y de nuestra vida, ganó la COPA DEL MUNDO. En fin, no solemos ser los más fifas en este newsletter, pero de vez en cuando me permito recaer en los vicios que me hicieron quien soy.
Diciembre fue el mejor mes de nuestras vidas. Lo cuenta mucho mejor que yo Diego Valeriano en Lobo Suelto:
Un mes eterno, una ansiedad imparable, la demencia que es total. Lo mejor de estos días es que no pudimos huir. Ya fue todo, ya no importa nada. ya estamos muertos y mejores. Amanecer sin entender demasiado, con el recuerdo aún presente en todo el cuerpo, con la sensación de que esta vez otra vez se pudo, algo se pudo, pudimos. Sabemos que todo esto va a ser irrepetible. Que mañana o pasado mañana se empieza de nuevo, que la vida es un garrón y que este fue el mes más lindo de nuestras vidas.
Por Lionel y por el Diego, por nuestros muertos: aprendimos a ser felices y ustedes disculpen, pero no contábamos con eso.
¿Seguimos?
Pero que la alegría no nos impida pensar en lo peor. Este newsletter sigue. Y qué mejor que hacerlo cuando cumplo 30 años, después de una gripa feroz –bienvenido al tercer piso, eh– y todas las ganas de seguirlos molestando con lo mío, que espero también sea lo nuestro, lo de ustedes y yo.
El otro día descubrimos que los de la CIA ya se mandaban mensajes de texto en los años setenta (!!!), Walter Bishop siempre tuvo la razón. Que la piedra de Rosetta contiene un solo texto, “escrito en tres sistemas de escritura diferentes, separados en tres registros. El primero está escrito en griego, el segundo en egipcio, con jeroglíficos, y el tercero en escritura demótica, también en lengua egipcia”. Que el cambio climático está llevando a los monos a, spoiler alert, bajar de los árboles.
Que ahora los ricos compran árboles viejos para poner en sus nuevas mansiones. Que Thomas Pynchon está ahí, entre nosotros, pero quizá por fin ya nadie osa molestarlo en su vida de viejo consagrado. En mis sueños enfebrecidos, espero todavía que nos regale la novela total de la guerra civil estadounidense que nunca se va a escribir.
Que el reciclaje de plástico es un mito. Que la pintura de Mondrian estuvo colgada 75 años al revés pero si la descuelgan se podría desintegrar. Que somos la generación de la miopía —no, en serio, literal.
Y que el servicio postal de Estados Unidos aún tiene que revisar cartas escritas a mano que las máquinas y robots siguen sin poder descifrar. Fascinante:
Que las parejas del mismo sexo en China, para evitar la censura de su país, se casan vía zoom… en Utah, la capital mormona de Estados Unidos y del mundo seguramente.
Y que Starship Troopers es una película de culto y los que la disfrutamos sin saber por qué de niños por canal siete ahora nos sentimos reividicados.
Ah, y una vieja entrevista con The Caretaker, el legendario James Leyland Kirby:
You know I love working with sound. It’s like a boxer, you need to keep in training each day to stay sharp and on top of the game. In terms of making a lot of things, I go against the grain. I’m sick of reading “Limit your tools to keep focus…” I like having everything I can at hand and then knowing what will be best for a situation or work. I love the chaos of that, I love getting new sounds to use in wrong ways, I love seeing what can happen if I do something tools are not designed for.
Salud por el nuevo año, que está ya por terminar. Y como decía JFK: ¿en dónde es la fiesta?
—M.