Panorama de lo que queda del mundo
Júpiter se queda sin anillos, la American Express black, un futuro cada vez más estrecho, ser adolescente en pandemia y qué dice de ti tu banda sad favorita.
Hola, surfeadores de la red,
¿Tienen calor? Yo igual.
¿Están a favor del calor? Este no es el newletter para ustedes entonces.
Acá somos incondicionales del aire acondicionado –a veces– y miembros activos de la banda del invierno.
Bienvenidos a esta burbuja congelada en medio del sudor y la contaminación de la ciudad,
Más frío que el espacio exterior
El astrofotógrafo @ThierryLegault nos regaló unas imágenes de la luna, con miles de detalles, y con uno que resalta por encima de todos: esa mancha negra que ustedes ven en la parte superior de nuestro satélite es, ni más ni menos, la Estación Espacial Internacional (ISS). Hay muchos filtros, pero para fondos naturales creo que no hay muchos mejores que éste.
Aquí pueden ver más de sus fotografías.
Además, Damián García escribe sobre la exploración espacial en la Revista Paco:
La sonda espacial Voyager se encuentra operativa desde 1977. Se planificó su utilidad hasta el año 2025. Entonces no le quedara energía suficiente para alimentar ninguno de los instrumentos de medición que carga en su interior, ni para retransmitir información. La sonda navegara muda por el espacio interestelar. A partir de allí no será más que una roca artificial tallada donde se cifra lo humano, sin humanos.
Y una noticia triste. Saturno, quizá el planeta más bello de nuestro sistema solar, está perdiendo sus anillos poco a poco, de acuerdo con el reporte de Marina Koren en The Atlantic.
El cajón de las curiosidades
¿Han escuchado sobre la tarjeta de crédito negra de American Express? Hay mucha info falsa circulando en la red: desde rumores sobre crédito ilimitado hasta su exclusivo uso en lo más alto de la élite mundial.
Acá se puede leer sobre Centurion, el nombre real de la tarjeta, que nació precisamente a partir de los rumores de su existencia. American Express tomó prestado el mito y lo hizo realidad.
Pero el texto es buenísimo porque habla sobre la vida de los súper ricos. Enójense un rato, vale la pena ver la realidad en la que viven. Un ejemplo brutal: casi todas las cosas son gratis para los más ricos. Sí, gratis:
Y, hablando de los súper ricos: un reportaje de Kashmir Hill en The New York Times sobre la gente que tiene tanto dinero que incluso dedica porciones generosas de sus fondos para investigar crímenes no resueltos en Estados Unidos. Ellos pagan solamente para satisfacer su curiosidad.
¿Cómo fue vivir la pandemia si eres/eras adolescente? Horrible. Realmente horrible. “Cada una de las chicas con las que hablé me dijeron lo mismo: se sentían como si se estuvieran hundiendo, o siendo devoradas”, escribe Suzy Weiss en su reportaje para Common Sense:
En la ciudad ucraniana de Odessa, los ciudadanos convirtieron las famosas catacumbas de la región en un refugio contra las bombas y los ataques rusos. De un sitio "distante, casi imaginario” a la realidad de la guerra, una crónica de Will Hunt en la New Yorker.
Francisco Marzioni escribe en la revista La Tempestad sobre "el futuro que nos dictan”:
El imaginario sobre el futuro está completamente intervenido por el discurso tecnológico de las grandes corporaciones, que no sólo manipulan nuestro presente sino también nuestra idea de lo que vendrá, vendiendo sus productos y servicios como única posibilidad de progreso de la especie humana.
(Paréntesis: leamos más a Andrea Chapela)
En Argentina, explotó el movimiento de costureros. Trabajan en marcas de playeras que venden camisetas de equipos de fútbol en precios altísimos. Algunos de los trabajadores tendrían que trabajar todo un mes, sin gastar en nadas más, para poder comprar dos artículos de los que producen a cambio de centavos. Luego de las protestas, fueron despedidos. La crónica de mi amigo Andrés Burgo en Tiempo Argentino.
¿Qué relación tienen el poeta W. H. Hudson y la cantautora de folcklore argentino Mercedes Sosa? “Allá lejos, hace tiempo”, lo explica. Un artículo de Lucía Mudo García.
¿Qué dice de ti tu banda sad favorita? Un ejercicio muy gracioso cortesía de John Moe para Mcsweeneys. Yo elegí, obvio, a The National. La respuesta:
“Deberías haberte mudado a Brooklyn cuando tuviste la oportunidad. Nunca tuviste la oportunidad”.
Después, elegí The War On Drugs, oooooobvio. La nueva respuesta:
“Prefieres la ferretería más pequeña con los empleados más viejos posibles”.
Acá pueden consultar su propia suerte.
(Spoiler. Si eligen Pearl Jam, les sale: “A veces despiertas gritando”.)
Hasta pronto. Y recuerden, hay que ser cínicos, pero no como los de ahora, sino como los cínicos de la antigüedad.
—Manu.