Ahora que ha llegado 2022
Una reflexión sobre el nuevo año. Eclipses en la antártida, primavera en otros planetas, las lecturas del 2021 y el primer racimo de links de esta nueva vuelta al sol.
¡Lectores!
Feliz año nuevo. Bienvenidos sean a 2022, año de Mundial –y por lo tanto, un año que ya es mejor que los últimos tres por sí solo– aunque, otra vez, de incertidumbre pandémica.
Un abrazo una mañana de invierno
La segunda parte del año pasado me agarró con nuevo trabajo, más exigencias y, por ello, menos tiempo libre y menos publicaciones acá (y en el podcast) que las que esperaba tener para spamearlos. Pero este no es un mensaje de pretexto. Lo pasado, pisado.
Vengo a desearles lo mejor para esto que empieza un sábado y que terminará, vaya uno a saber cómo, otro sábado, dentro de 365 días.
Sobrevivimos. Dañados, rotos, desgastados, cansados, paranoicos. A pesar de todo. De una pandemia cada vez más extenuante. Del cambio climático que será una constante en nuestras vidas y las siguientes. Del capitalismo tardío.
Hubo sillas vacías en estas fiestas. Gente, personas, chicxs y grandes, a la que ya no podremos abrazar –de forma física– y a la que seguramente llevaremos siempre con nosotros a donde vayamos.
También perdimos una parte de nosotros mismos, entre gel para las manos y trabajo desde casa, entre cifras y papers sobre transmisión del virus. Pero estamos, todavía, dando la batalla.
Les mentí. Este mensaje sí es un pretexto. Un pretexto para volver a saludarlos, para inmiscuirme en sus buzones de entrada del correo electrónico, en sus redes sociales, entre felicitación y felicitación.
Que 2022 sea mejor. Y, si no lo es, que al menos nos encuentre listos para hacerle frente. Me gusta pensar que en esta comunidad lectora que hemos formado en los últimos 26 meses –la primera publicación data del 1 de noviembre de 2019– somos, como dicen los uruguayos, corajudos.
Que no nos dejamos llevar por la marea hacia el final del horizonte. Que, aunque a veces (sobre todo cuando) es insignificante, nuestra supervivencia está basada en esa persistencia nuestra de seguir adelante a pesar de todo.
Feliz año, entonces.
La primera selección del año
Y, como este newsletter es siempre para recomendarles cosas, no voy a dejarlos irse con las manos vacías.
Si creyeron que en 2021 no se pudieron observar eclipses totales de sol, están equivocados. En la Antártida hubo uno:

Mi querido amigo y colega Alejandro Wall despide a su padre, que le heredó el amor por el mismo equipo de fútbol, Racing Club de Avellaneda. “Este diciembre final”, para Tiempo Argentino:
Cerró los ojos con pena, hizo un no con la cabeza. Racing fue nuestra conversación banal, la más importante, la que nos sacaba de su cuerpo, su salud, del aliento cotidiano de que sea fuerte, ya vamos a volver a casa. Eran los tangos que le ponía mi hermano, las caricias de mi hermana y mi mamá, a las que les pedía que pusieran cervezas en la heladera, las visitas de nietos, y era Racing. Y así como él me contaba las historias cuando yo era chico, ahora me tocaba hacerlo a mí. Su ternura, tan blando, tan frágil, alguien me lo dijo, a alguien se lo leí, era su vuelta a la niñez.
El gran Pablo Duarte escribe una de sus columnas en su propia página, El otro newsletter, la serie de consejos no solicitados para problemas cotidianos. Acá se puede leer: “Por eso, pero ¿cómo discernir si este universo es el real?”
Un hermosísimo trabajo de Olivia Teroba, de las mejores escritoras mexicanas jóvenes. “Soñar es ver las formas invisibles”, un pdf con material didáctico que hizo como proyecto comunitario en Casa Wabi:
El telescopio Hubble nos enseña cómo se ve la primavera en Urano (como dirían ustedes, sin albur):
Una entrevista de Anatxu Zabalbeascoa con la brillante Annie Leibovitz en el diario El País:
P. ¿El tiempo reinterpreta las fotografías?
R. Las fotografías cambian según cuándo se miren y según con qué conocimiento se lean. Retraté a John Lennon horas antes de que lo asesinaran. Era un abrazo amoroso, pero se convirtió en el último beso.
P. Ese retrato es sobrecogedor porque él está desnudo y se muestra vulnerable, en posición fetal, y Yoko Ono está vestida. ¿Se lo pidió usted?
R. Pedí que se desnudaran los dos y solo aceptó hacerlo él.
P. ¿Quiso mostrar su vulnerabilidad?
R. No, quise mostrar amor y encontré azar, que muchas veces ayuda. Por eso hay que buscarlo con paciencia.
Lara Hermoso es una de mis periodistas favoritas. Es mi consentida. Siempre la escucho en la radio española y la leo en su blog, donde cada año sin falta comparte su lista de lecturas favoritas del año (acá se puede leer completa):
Los libros son refugio y consuelo, y aunque llego al final de año con prácticamente los mismos leídos que en el ejercicio anterior (…) tengo la impresión de que he leído menos que en 2020. O peor. También porque durante semanas he sido incapaz de pasar una sola página sin saber muy bien el motivo.
Y recuerden las eternas palabras del genio José Pablo Feinmann, filósofo argentino, que murió hace un par de semanas:
Nos encontramos pronto por acá, queridos lectores. En 2022, habrá más Apuntes subrayados y más episodios en “Al otro lado del sueño”.
Si quieren seguir leyendo, acá se puede consultar todo el archivo histórico de este newsletter.
Y acá puedes escuchar mi podcast:
Recuerden que siempre pueden contestar a este mail como a cualquier otro. Pero si no, estoy en Twitter, Instagram, Tumblr. Nos vemos pronto —pronto, en serio. Mientras tanto, fuerza allá donde estés.
—Manu.